Hace 53 años la Revolución hizo dueño al pueblo cubano de su destino.

 

“Esta Revolución ha significado, en primer lugar, no solo que el pueblo es libre, no solo que se acabó el crimen, que se acabaron los atropellos, las torturas, los golpes, las humillaciones que constantemente estaba sufriendo cualquier ciudadano: significa que el pueblo ha llegado al poder“.

Lo afirmado por Fidel Castro a pocos días del triunfo revolucionario, aseguraba que ese poder devenía en símbolo y comienzo de una nueva era para pueblo cubano tras tantos años de lucha por su independencia, ser dueño de su propio destino, de ahí la trascendencia para los hijos de este país el luminoso triunfo que ya cumple 53 eneros victoriosos.

Tan pronto tomó el poder, la Revolución comenzó hacer realidad el programa del Moncada, dictó leyes que proclamaron la igualdad y libertad plenas, combatió la marginalidad, la discriminación de sexo y de raza  y llevó la salud y la educación a los rincones más apartados del país.

En Florida, la obra de la Revolución llegó rápido, aparecieron escuelas, asistencia médica, electricidad y otros beneficios en zonas campesinas que sufrieron los fuertes rigores del capitalismo como la antigua Tomatera, lugar donde fue construido un nuevo poblado e inaugurado en marzo de 1963, con más de ochentas viviendas de nuevo tipo electrificadas y otros servicios.

La Revolución trajo a los cubanos justicia para todos, dignificó al hombre como ser humano, garantizó condiciones para formarlo y gracias a ello hoy cuenta con un pueblo instruido con cientos de miles de profesionales en la ciencia, salud, educación, cultura y deporte, potencial que no es solo nuestro, está al servicio de la colaboración y ayuda solidaria a países del continente, en respuesta al concepto martiano de que Patria es humanidad.