A 50 años de la Segunda ley de Reforma Agraria
La promulgación de la Segunda Ley de Reforma Agraria, hace 50 años, fue una medida revolucionaria, sin estar en las proyecciones del país, en respuesta a la hostilidad de la burguesía rural que en su mayoría se había aliado a los planes del imperialismo de no producir para desestabilizar el país.
En la Ley de Reforma Agraria, firmada por Fidel Castro el 17 de mayo de 1959, no se hacía referencia a una primera ley, la cual estuvo dirigida a la expropiación de las grandes extensiones de tierras, en su mayoría en mano de compañías extranjeras y latifundistas y autorizaba la tenencia hasta un máximo de 30 caballerías.
Con la primera legislación agraria la Revolución Cubana hacía realidad uno de los propósitos del programa del Moncada relacionado con el problema de la tierra, benefició con la entrega de títulos de propiedad a cientos de miles de campesinos que la trabajan en arrendamiento, comenzó el proceso para eliminar la explotación en el campo y mejorar las condiciones de vida de las familias campesinas.
Fueron las condiciones de la discrepancia de la burocracia campesina, las que obligaron a la dirección cubana que a cuatro años y unos meses después, el 3 de octubre de 1963, promulgara una segunda ley de Reforma Agraria para quitarle su poder, pasar esas tierras a propiedad social y dejar los propietarios que tenían hasta cinco caballerías.
Ese día, antes del amanecer del 3 de octubre de 1963, el Comandante Ernesto Ché Guevara, en un acto en la plaza de formación de la Unidad Militar radicada en la Cívica, cercana a la ciudad de Camagüey, ante cientos de interventores de fincas y soldados seleccionados como custodios, daba la noticia de esta ley, sus fines y porqué de la aplicación de la Segunda Ley de Reforma Agraria.
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