La gesta del Moncada sembró la semilla que acabó con los males de Cuba

 

Iniciar la lucha armada como única vía posible para acabar con los males de la neo republica, fue uno de los objetivos delineados por Fidel Castro, con el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26  de julio de  1953.

En el manifiesto dado a conocer a los jóvenes participantes en aquella heroica acción, unas horas antes de la partida, Fidel Castro expresaba su pensamiento de la necesidad del cambio de la  estrategia y la táctica de la lucha política por la armada para poder destruir el régimen de Batista y eliminar la explotación del pueblo  y la corrupción imperante en el país.

Durante la década de los años 50 del pasado siglo, Florida estaba bien reflejada en los desmanes de la caracterización hecha por el líder de la Revolución Cubana en aquella proclama preludio de la valiente acción  militar y en las posteriores denuncias en el juicio a que fue sometido por  aquellos hechos, donde asumió su propia defensa y acusador del sistema imperante, con su alegato La Historia Me Absolverá.

Este municipio en aquellos años fue centro de corrupción, dada su ubicación geográfica, beneficiada con el paso del ferrocarril y la carretera Central, existencia de dos industrias azucareras y segundo territorio y población más grande de la Provincia de Camaguey.

Por estas razones proliferaban en esta ciudad y sus alrededores las vallas de gallos, casas de juegos y de prostitutas, así como varios prostíbulos de mayor  envergaduras en cuarterías como el otrora Piñalito, que fue símbolo de aquella deshonrosa situación social a las que estaban obligadas grandes cantidades de mujeres para poder sobre vivir.

Gracias a las banderas de lucha enarboladas el 26 de Julio de 1953, la Revolución cubana pudo erradicar los males de la miseria del pueblo engendrada por la explotación capitalista y otras secuelas de ese sistema de las que fueron víctimas nuestros abuelos y antepasados. 

Lo materializado en Florida en diferentes esferas sociales, es expresión de la obra irradiada por el programa del Moncada,  epopeya que trajo para cuba un sistema más justo para todos, sin discriminación racial, con garantía de trabajo, disfrute  de los beneficios gratuitos de la asistencia médica y servicios de la salud, educación, cultura, deporte y seguridad social, para mantener estas conquistas reconocidas internacionalmente el país actualiza su modelo económico para potencial un desarrollo más armónico en correspondencia con las condiciones  del  mundo  de hoy.