Cuba transita por el rumbo que soñó Marti

 

La Revolución Cubana  será siempre de los humildes, por los humildes y para los humildes, así lo reafirmó el Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros el General de Ejercito Raúl Castro al pronunciar el discurso que finalizó la sesión constitutiva de la nueva Asamblea Nacional del Poder Popular, este 24 de Febrero. 

Reelecto nuevamente para desempeñar el más alto cargo en la conducción  del país, el también Primer Secretario del Partido Comunista, resaltó la composición del parlamento y de los órganos del poder estatal,  integrados en su mayoría por jóvenes, mujeres y dirigentes salidos de las nuevas generaciones como el electo Primer Vicepresidente Miguel Díaz-Cannel Bermúdez.

El órgano supremo del poder del Estado que asumió sus funciones en esta jornada patriótica y simbólica, para la Isla martiana, tiene ante sí retos gigantescos para garantizar y fortalecer el rumbo socialista aprobado por la mayoría aplastante de los que residimos aquí.
Velar por la marcha eficaz de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, ajustar la institucionalización y hacerla mas efectiva, dirigir el quehacer hacia una sociedad mas justa y menos igualitaria, se inscriben en tal misión.

A los mencionados retos Raúl añadió otros que son demandas sistemáticas de las personas honestas y comprometidas con el Sistema Político Cubano como el combate y enfrentamiento firme a la indisciplina, el delito, la corrupción y la reforma constitucional para actualizar la Carta Magna, pasos que deberán contar con el apoyo y participación popular, con la confianza de siempre en  la generación histórica de la Revolución  y en los nuevos que ya ocupan el espacio ganado por su igual trayectoria desinteresada y altruista.

Sin prisa pero sin pausa Cuba transita por el rumbo que mas le conviene junto a la gran patria latinoamericana que la respeta y admira por su perseverancia, valentía frente al enemigo y respeto a la voluntad soberana del pueblo que soñó Marti.

Escrito por: Pedro Pablo Saez