AddThis Social Bookmark Button La emoción más grande mi vida: ayudar a derrotar a los invasores
Entre los jóvenes artilleros de las ametralladoras antiaéreas chinas, conocidas como “Cuatro Bocas”, que lograron repeler la aviación mercenaria en Girón, estaba el joven floridano Gregorio Domínguez Fernández, el cual al rememorar aquellos hechos manifestó “La emoción más grande de mi vida, fue participar y ayudar a derrotar a los invasores”
A la edad de 17 años, en abril de 1961, Gregorio se encontraba en la escuela de artillería en la Habana, “allí, expresa: aprendí el manejo de armas en defensa antiaérea recién llegadas al país, por eso tuve la oportunidad de participar en las acciones directas en los combates contra los invasores que trataron de establecer una cabeza de Playa en la Ciénega de Zapata”.
“Recuerdo los combates como si fuera hoy, porque para mí fue una experiencia nada fácil por la edad que tenía, la turbación inicial de los combates y los bombardeos, se adueñó de muchos de nosotros, mayor aún en el caso mío cuando a pocos metros fue herido mortalmente Rolando Valdivia, también de Florida que pasaba la escuela de artillería”.
La juventud en cada momento desempeñó el papel que le correspondió en las distintas etapas de la rica historia de la Revolución Cubana, un ejemplo de esa vocación quedó demostrado con creces en jóvenes como Gregorio Domínguez Fernández en los combates de Playa Girón en defensa de la soberanía del país, hace 51 años.
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