A 35 años de un crimen horrendo que se mantiene impune
Hace 35 años el terrorismo contra nuestro país tubo uno de los episodios más brutales y condenados por el mundo, cuando otra acción vandálica hizo explotar un avión de cubana en pleno vuelo que se dirigía de Barbado a Habana, el cual demostró una vez más el odio sanguinario de los enemigos de la Revolución y los hijos de este país, al troncharle la vida y esperanza a 73 personas inocentes, en su mayoría jóvenes y deportistas.
Este hecho NO fue el primero ni el último en la larga escalada de agresiones terroristas organizadas por la Central de Inteligencia de los Estados Unidos y de la Mafia radicada en Miami contra Cuba, pero por su atrocidad pasó a la historia como uno de los crímenes más horrendos de los sucedidos en el área del Caribe y América.
La desfachatez de los autores principales de esta masacre, los sanguinarios Luís Posada Carriles y Orlando Voz, en reconocer públicamente “Pusimos la Bomba…¿ y que¿”, es un ejemplo del cinismo de las manos tenebrosas de estos asesinos al servicio de la CIA y en pago a ese servicio fueron amparados por el gobierno de los Estados Unidos, como una ofensa a las víctimas y a sus familiares.
Sin embargo Cinco compatriotas cubanos guardan prisión injustamente en cárceles de Estados Unidos, desde hace 13 años, por proteger a su pueblo de los actos terroristas organizados en los Estados Unidos, pero el hecho de ser hijos revolucionarios de este país, fue suficiente para condenarlos injustamente y humillarlos hasta nuestros días, como sucede ahora con la próxima libertad supervisada que pretenden imponer a René González.
Suman ya treinta y cinco años y la dolencia de los familiares de las victimas del Sabotaje de Barbados jamás acabará. El dolor de la Patria tampoco, lo mismo que el reclamo permanente ante crímenes semejantes que se mantienen impunes, por eso se mantiene el mismo reclamo: Exigimos ¡Justicia!.
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